Miro sólo resplandores de lo que alguna vez fue,
Me acuesto boca arriba,
Me gusta la noche celeste,
Me detengo en soles viejos,
Recorro los caminos que marcan algunas estrellas,
Soy feliz con la imagen:
Están allí, las veo, me llenan de chispas los ojos.
Sí, están las estrellas en mis ojos ocres.
Veo cosas que ya no existen:
Se han extinguido hace tanto!
Cómo habitan mis pupilas
Los cristales de los soles?
Me han dicho que muchas están muertas
Y que sólo el recuerdo de ellas
(que viaja hacia mí lentamente)
Es lo que llena de luz
Por un rato, por las noches,
Una mirada que las refleja.

7 comentarios:
Es probable que exista quien se robe el color del sol envejecido pero... desde donde nos miran las cosas que imaginamos extinguidas? adonde se apagaron los resplandores pasados? y porqué, aún hoy, nos brindan su tenue luz los candiles que ya no existen?
¿Es solamente el recuerdo quien les da vida? No lo creo.
Este cielo es otro cielo; Es el que añora los ocres y los cobrizos. Es el cielo donde la llanura, desolada y angustiada por la ausencia, busca - lenta y resignadamente - su consuelo ante la ausencia.
Todos los misterios serán develados cuando las misteru¡iosas botellas que descansan a resguardo en la oscura soledad de un anegado sótano, nos brinden por fin su escándalo.
Siempre que el olvido crea tener ganada la guerra, el recuerdo, siempre tozudo, le dirá lo mismo que repetían aquellos viejos soñadores españoles: “Hay olvido, olvido, siempre crees que me matas, yo creo que te suicidas”
Esas son tus estrellas, ese es tu cielo, ese es el recuerdo, vivo, donde quiera que estés…
Laura dice
Me conmueve tanto la reflexión como lo leído. Se puede pensar sobre estas cosas en medio de un mundo apurado?
Bienaventurados los dichoso!
Gra dijo...
Cómo podemos ver lo que ya no existe?
Ver para creer, Paula.. no cierra, no?
hermoso, como siempre.
Te seguiré siguiendo!
Me parece que soy chiquita y todavía estamos en sierra de la ventana un día que se habia cortado la luz, y yo tenía 5 años. Estabamos todos sentados afuera porque era verano, estaba lleno de luciernagas en la parte de atrás y habia olor a resina. Sería posible seguir viviéndolo en algun tiempo circular, donde todo se repita, asi como las estrellas no estan pero vemos su destello en el tiempo...
Coralito
De tal madre, tal hija.
Hace falta....
Qué gusto de saber de vos y de tu amor por la literatura. Escribir es necesario como el aire, sobre todo por el tiempo y la distancia.
Un gran saludo,
Gotta
Montreal
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